«Pan y rosas»: «Billy Elliot» y las infancias disidentes [MINI RESEÑA]

Ficha técnica:

  • Título original: BILLY ELLIOT. Así se la conoce también en castellano.
  • País de origen: Reino Unido
  • Director: Stephen Daldry
  • Sinopsis: Billy Elliot (Jamie Bell) es un chico de once años cuya sensibilidad y pasión por la danza van a contracorriente de todas las expectativas de su familia y su comunidad, una pequeña ciudad minera del condado de Durham, en el noreste de Inglaterra. Corre el año 1984, los mineros están en huelga (sí, es precisamente la misma época en la que transcurre PRIDE), las familias viven con lo justo y, para colmo de males, Billy acaba de perder a su mamá. En este contexto tan complejo y de pura casualidad, Billy descubre las clases de ballet de la señora Wilkinson (Julie Walters) y su vida cambia para siempre. BILLY ELLIOT (2000) es una película sencilla, pero emocionante, inteligente y memorable, con una banda sonora fenomenal. Esboza un retrato cálido, equitativo y realista de dos generaciones en pugna, que representan también dos masculinidades muy dispares. Por un lado, hombres como el padre y el hermano de Billy, hostiles, parcos y “brutos”, que se mueven por espacios tradicionalmente masculinos: las minas, la militancia sindical, el fútbol, el boxeo. Por el otro, una nueva masculinidad más sensible y versátil, que la sociedad tilda de “afeminada” y que halla expresión en el propio Billy, en su ídolo, el gran Fred Astaire, y en Michael (Stuart Wells), su amigo gay. En lugar de tomar partido por uno u otro bando, BILLY ELLIOT propone superar esa vieja dicotomía. Siguiendo el ejemplo de su protagonista, nos alienta a perseguir nuestros sueños sin importar cuánto disten de nuestras circunstancias, a aceptarnos como somos y a buscar eso que Mary Oliver llama “tu lugar en la familia de las cosas”.  
«Please yourself, darling.» Justamente de eso se trata. [Gif de @henricavyll]
El sueño del pibe. [Gif de @henricavyll]

Si te interesan:

  • las historias del colectivo LGTBQIA+ contadas por sus protagonistas;
  • las películas fuertemente arraigadas en un tiempo y un lugar específicos;
  • la danza, ya sea clásica o moderna;
  • las películas con una excelente banda sonora;
  • la moda, la música y la cultura de los años ochenta;
  • las historias de superación;

…te va a gustar BILLY ELLIOT.

Che, me gustó la peli, ¿por dónde sigo?

Para seguir en la línea británica y ochentosa, les recomendamos un film muy poco conocido llamado MI HERMOSA LAVANDERÍA (1985), de Stephen Frears, el director de ALTA FIDELIDAD (2000), LA REINA (2006) y UN ESCÁNDALO MUY INGLÉS (2018-), entre muchos otros. MI HERMOSA LAVANDERÍA cuenta la historia de Omar (Gordon Warnecke), un ambicioso joven británico de ascendencia pakistaní que junto a su novio, Johnny (un jovencísimo Daniel Day-Lewis) proyecta reacondicionar y reinaugurar una vieja lavandería de barrio en un suburbio del sur de Londres. Pero, además, debe cuidar a su padre alcohólico, lidiar con la homofobia y el racismo, satisfacer las exigencias de su familia extendida y enfrentarse a una pandilla de neonazis que lo tiene entre ceja y ceja. MI HERMOSA LAVANDERÍA dista de ser perfecta, pero tiene momentos de sorprendente inteligencia y ternura y una mirada bastante adelantada a su tiempo emparentada con eso que hoy llamaríamos “perspectiva interseccional”.

*Originalmente publicada el 25 de octubre de 2020 en el segmento CinéfiLES de LesWorking Argentina.

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